jueves, 23 de abril de 2009

Scrabble


A veces resulta que todo no era más que una tontería, que "qué ciega ha estado una", que "has visto como no era tan difícil", a veces el asunto fluye y "no hay que darle más importancia de la que tiene". Que las cosas pueden reorganizarse solas, que las etiquetas, más que etiquetas son marcapáginas y ubicar es jugar a los ping&pong. En ocasiones, con tres letras en el Scrabble a una se le ocurre una genialidad y, aunque casi nadie pueda darla por válida, es una genialidad.

Que levanten la mano o la tapa del ataúd aquellos artistas a los que hayan comprendido en su época.


Lua

domingo, 12 de abril de 2009

Mínimo común múltiplo


¿Qué ocurriría si reuniera a todos mis ídolos musicales en una misma sala? ¿Y a todos mis escritores, vivos y muertos? No sé cómo San Camilo miraría a Pratchett o qué pensaría Ella Fitzgerald de Canteca de Macao. Los habría comedidos que terminarían por adaptarse a la situación, estoy convencida, no creo que Villa-Matas me diera problemas, podría hablar con todos, como Marlango, que se me hacen tan asertivos como sociables por aquello de que todavía están aprendiendo a comportarse en público.

A los músicos los encerraría – 15 a lo sumo, tampoco tengo más – en una sala con instrumentos, bebidas alcohólicas y micrófonos en los jarrones, que no sólo es interesante la música que de allí podría salir. A los escritores les colocaría Coca-colas, brandys, pinchos de tortilla española y una mesa de roble, de las que están bien pulidas y las cartas del tute resbalan con elegancia, donde el Ulises caería a plomo y el rollizo Mulligan haría el silencio. Y a ver qué pasaba después.

Quizá con suerte alguien entendería el chiste, quizá alguno se percatara de que lo único que les separaría de ser llamados “una jauría de intelectualoides desnivelados” no sería su propio arte, sino lo que su arte consigue, que es inspirarme, todo sea dicho. Me fallarían, como me falla Trinidad y Tobago en los mundiales de fútbol, aquellos que no fueran capaces de ver más allá de las célebres calvas y sus retruécanos verbosos, ensimismados algunos, que no todos, con el YO poético que tanto han trabajado.


Lua


Moscas en la casa

Vuelve y deja que te cuente mis teorías sobre cuando tú no estás, en el monstruo horrible y escurridizo en el que me convierto cuando pienso en ti demasiado tiempo. No voy a contarte toda la verdad y nada más que la verdad, porque la mentira me hace humana, pero dejaré de inventarla, empezaré a devolverte nosés a cada respuesta en falso que no sepa darte con palabras vanas.

Las cartas desde Iwo Jima pierden poco a poco su fuerza poética y la literatura está empezando a encogerme en los zapatos. Confiaba en la abstracción de tu cubismo y mi surrealismo manierista para cartearnos con la deferencia artística del descabello más humano, donde una palabra junto con otra pudieran ser mil cosas y ninguna a la vez, donde lo que se dijera pudiera ser un cubo de Rubick de ilógica solución.

Siento las formas, no tengo otras, me he aferrado a la sinrazón de esto que tenemos y ahora no sé tomar la salida, ni la buena ni la mala. Dejaré crecerme dentro la semilla negra del olvido con rencor.


Lua

sábado, 11 de abril de 2009

La vida tuenti


Prometo ser tan feliz en mi vida como mi perfil de tuenti pueda aparentar. Intentaré que mis historias se resuman sólo en millones de fotos sonriendo con millones de personas que sonríen a su vez. Y que no haya más. Que la enfermedad, la muerte, la pobreza del fin de mes, las decepciones, las despedidas, las malas noticias no tendrán cabida en este rincón.

Mi perfil también luchará por ser enfermizamente más alegre y estiloso que el del vecino; anunciaré a bombo y platillo que mi perro ha crecido medio centímetro mediante eventos, pero nadie sabrá que me he licenciado. En mis fotos jamás saldrá una lágrima o una mala cara, sólo cenas, borracheras, viajes y bailes - para que parezca que es lo único que ocurre en mi vida -, no colgaré llantos, tristezas, enfados o ansiedades.

Porque soy sólo y sólamente lo que mi tuenti dice de mí, en mi día a día nunca ocurrirá nada que no pueda comentarse por aquí. Y mejor cuantos más de vosotros decidáis participar en este circo de trivializaciones y escaparates sin trastiendas, así será más creíble, más real, más verídico que nadie ni de mi alrededor ni yo misma tenemos problemas y que vivo una vida tuenti donde la amistad cabe en un número entre paréntesis, las fotos son en exclusiva en las que YO salga bien - que les jodan a los demás y que se desetiqueten -, mis aficiones un recuadro a la izquierda y mi tablón un lugar donde todo el mundo pueda decir lo fantástico que es conocerme.

- Welcome to Matrix -



Lua

jueves, 9 de abril de 2009

Humo


Lo que soy, lo soy en silencio. No suele ser a menudo, pero hay días, horas que necesito pasar en el más estricto silencio porque hay sonidos del ambiente que no quiero perderme, que a veces me pasan desapercibidos: el tacto de la piel, la respiración de mi perro al dormir, a mi padre cantando "Cantinero de Cuba" desde el fondo de su habitación. Es entonces cuando la vida me merece la pena.

Desde que mi madre dejó de fumar los ceniceros en mi casa sólo son decorativos. Siempre me he preguntado por qué nunca empecé a fumar a la edad natural, a los 12 años cuando era lo socialmente admitido. He creado millones de teorías ad hoc para darle sentido, siempre al hilo de la conversación del momento. Lo cierto es que el acto en sí casi me parece poético, desde fuera claro, a los ojos de algún director de cine que se moleste en dedicarle dos o tres fotogramas al asunto. Desde dentro no, desde dentro, cuando alguien me fuma un cigarro en la cara, me da asco. Simplemente.

Horas de vacío para pensar en nada y ponerlo por escrito.


Lua


¿Cuál es mi eufemismo, extraño?