Vengo al hocino con el maletero lleno de SPAM para tirarlo a la basura, que es su sitio obligado. Podrían alegar que cualquier otro día habría sido igual de válido para deshacerme de esta porquería. Y no les falta razón.
Hoy me han enseñado unas tetas que no quería ver, un culo que no me interesaba y una apestosa foto de un sobaco ajeno que no podía soportar su propio mal olor. Todo esto gratis, sin pedir consentimiento, ni a mí ni a nadie más, sólo porque algún cretino concibe el SPAM como una forma de dar a conocer un arte que ni existe ni es patente, que por arte, oiga, hoy ya venden cualquier cosa.
Diré que para mí el arte, para mí y para otros de cuyos nombres no quiero acordarme, no necesita de provocaciones baratas, de exclamaciones al final, de sorpresa máxima, de supuestas adiciones simples a la supuesta simple realidad.
Spam! Spam! Spam a lot!
Lua
Hoy me han enseñado unas tetas que no quería ver, un culo que no me interesaba y una apestosa foto de un sobaco ajeno que no podía soportar su propio mal olor. Todo esto gratis, sin pedir consentimiento, ni a mí ni a nadie más, sólo porque algún cretino concibe el SPAM como una forma de dar a conocer un arte que ni existe ni es patente, que por arte, oiga, hoy ya venden cualquier cosa.
Diré que para mí el arte, para mí y para otros de cuyos nombres no quiero acordarme, no necesita de provocaciones baratas, de exclamaciones al final, de sorpresa máxima, de supuestas adiciones simples a la supuesta simple realidad.
Spam! Spam! Spam a lot!
Lua
No hay comentarios:
Publicar un comentario